Mi amor, ¿qué pasa en mi corazón que no puedo dejar de soñar? No puedo dejar de esperar, y aunque los días no son los mejores, estoy aquí sentada en mi silla pensando en ti, en nosotros, en lo felices que somos aun estando lejos... nos sentimos tan juntos, tan amado el uno con el otro que muchas de las palabras sobrarán...
Hoy, este mes y los meses anteriores te he dicho que mi corazón siempre vuela hasta donde tú estás. Yo sólo vivo aquí en este rincón, porque si lo piensas siempre vivo donde tú estás; donde te encuentres allí estoy contigo.
Quiero regalarte algo muy especial, algo que te dure toda la vida, para que un día podamos mirar los dos con nuestros ojos, con nuestras manos y con nuestro corazón.
¿Regalar mi vida, es poco?... no lo sé, no tengo riquezas, sólo un corazón que late enamorado por ti. Siento que todo lo que pueda poseer es poco comparado con ese amor que me regalas a manos llenas, y recibo y agradezco que alguna vez te hayas fijado en mí, que me amaras sin conocerme, sin siquiera haber estado contigo, me conozcas más que a mi misma... Mi corazón y toda yo estoy agradecida de este amor sin fronteras, sin barreras que no hace nada más que unir nuestros corazones y desear estar siempre comunicados. Aunque la distancia trate de destruir nuestros sueños, no puede... porque este amor que Dios nos regaló sólo Él lo puede sacar, pero como es amor bendecido, estaremos juntos caminando hasta la eternidad...
Te extraño cada día más, no sé cómo llenar mi soledad... abrázame hoy... déjame sentirte aunque no estés, no me niegues ese placer de amarte... déjame soñar que pronto volverás y de mi lado no te irás jamás...
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Cartas de amor